El estudio revela que un 54% de los ciudadanos cree que "no se puede justificar en ningún caso" el fraude fiscal, al ser una cuestión de "solidaridad y de principios". Es la menor cifra registrada por este estudio en sus 11 años de vida. Cae tres puntos respecto a 2002 y 2003 y se encuentra lejos del 72% marcado como techo en 1998.

Por el contrario, cada vez son más los ciudadanos que opinan que "el fraude es algo consustancial en los impuestos" y que "todos tienden a hacerlo y de este modo se consigue un cierto equilibrio". Un 12% de los españoles defienden esta posición, tres puntos más que en 2004.

Mientras, permanece estable, en el 34%, quienes consideran que "hay circunstancias en la vida personal o de una empresa que justifican un cierto fraude para salir adelante".

SE CUMPLE MÁS

El 59% de los encuestados cree que en el último año ha mejorado el cumplimiento de las obligaciones fiscales, mientras que un 41% sostiene lo contrario.

La diferencia entre ambos guarismos ha caído al menor nivel de los últimos 10 años, es decir, cada vez es más la gente que cree que se cumple menos con Hacienda. Sobre 2004 se ha registrado un incremento de 10 puntos. Entonces, el 69% de los encuestados creía que había mejorado el cumplimiento con el fisco, frente a un 31% que sostenía lo contrario.

Los mejores datos de la década se encuentran en 1998, cuando el 86% de los ciudadanos creía que había mejorado el grado de cumplimiento con el Fisco.

Los factores que, según los encuestados, contribuyen al cumplimiento con Hacienda son las retenciones en la nómina, los mayores controles de la Inspección y, en último lugar, la conciencia de que es un deber cívico pagar impuestos.

FRAUDE FISCAL

En cuanto al fraude fiscal, el 52% de los encuestados cree que disminuyó en 2005, mientras que un 48% defiende que se incrementó. Las cifras son las mismas que en 2003, pero en 2004 había un 59% de los ciudadanos que opinaba que el fraude había caído.

Cuando se pregunta por quiénes son los defraudadores, un 42% mira a los empresarios, un 18% a los profesionales liberales y un 17% a los autónomos. En menor proporción se sitúan comerciantes (9%), rentistas (6%), agricultores (3%) y asalariados (1%).

Entre las causas del fraude fiscal, un 23% apunta a la falta de honradez y conciencia cívica; un 20% a que quienes más defraudan están impunes; un 18% a que la lucha contra el fraude no es eficaz; un 15% al exceso de impuestos; un 13% a necesidades económicas, y un 11% a que, por los servicios que se reciben, se paga demasiado.

Mirando a los efectos, el 41% de los consultados se refiere a que disminuyen los recursos del Estado; un 19% dice que se crean injusticias al pagar unos lo que no abonan otros; un 17% cree que se obliga a aumentar la presión fiscal a quienes sí cumplen; un 13% advierte que desmovita a quien sí paga bien sus impuestos; un 5% defienden que se crean distorsiones económicas, y un porcentaje similar no aprecia, por el contrario, efectos importantes.

La tendencia que parece consolidarse es la de que cada vez más españoles creen que los impuestos se pagan de un modo bastante correcto (59%), cuatro puntos más que en 2004 y nueve más que en 2003.