EL CABECILLA DE LOS GRAPO SILVA SANDE ASEGURA QUE NO FORMABA PARTE DE LA BANDA CUANDO ASESINARON AL CORONEL LÓPEZ MUÑOZ
- Considera injusto que su nombre esté implicado en todos los actos criminales de los Grapo
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
El cabecilla de los Grapo Fernando Silva Sande, acusado de dar la orden de cometer el atentado que acabó con la vida del coronel Manuel López Muñoz en Valladolid en 1990, aseguró hoy que en aquella época no sólo no era dirigente de la banda, sino que ni siquiera formaba parte de ella.
El dirigente de los Grapo hizo estas declaraciones en el juicio que la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional está celebrando contra él.
"No es justo que mi nombre tenga que estar implicado en todos los juicios que se siguen por acciones cometidas por los Grapo", se quejó Silva, quien añadió que "a este paso, no hace falta que me traigan porque ya estoy condenado".
El fiscal encargado del caso, Jesús Alonso, solicitó para el acusado 30 años de cárcel y sostuvo que Silva sí era el responsable del comando terrorista que cometió el asesinato y que dio la orden de realizar el atentado. Además, cree que este cabecilla de los Grapo ofreció informaciones sobre la víctima para que la acción pudiera desarrollarse.
Según el representante del Ministerio Fiscal, Silva, junto con Guillermo Vázquez y María Jesús Romero, ya condenados por estos hechos, se reunieron en mayo de 1990 en Perpiñán (Francia) y decidieron que si el Gobierno español no accedía a reagrupar a los presos de los Grapo, matarían al coronel López Muñoz.
Siguiendo las órdenes de Silva Sande, Vázquez y Romero se trasladaron a Valladolid, en donde se instalaron en un piso franco propiedad de la banda terrorista en el que ya se encontraba la también condenada Olga Oliveira Alonso, según la versión defendida por el fiscal Alonso.
Tras realizar las labores de seguimiento del coronel, sobre las ocho de la mañana del 15 de junio de 1990 Vázquez y Oliveira se dirigieron a una cafetería situada junto al domicilio del militar y, cuando éste salió de su casa, el primero de ellos le disparó en la cabeza y el abdomen, causándole la muerte instantánea.
En el juicio declaró como testigo el miembro de los GrapoGuillermo Bautista, ya condenado por estos hechos, y afirmó que Silva sí era miembro de la banda en 1990, pero puntualizó que no ostentaba puesto de dirección alguno, sino que era un simple militante.
En cuanto a si el acusado dio la orden para atentar contra el coronel López Muñoz, Bautista explicó que "una vez frustrada la negociación con el Gobierno" para la reagrupación de los presos de la banda terrorista, Silva abogó por "llevar a cabo acciones armadas" pero aseguró que este "no señaló ningún objetivo concreto" ni dio la orden para atentar contra el militar.
En sus conclusiones, el fiscal Alonso indicó que, a su juicio, ha quedado "plenamente" probado que Silva dio la ordende atentar contra López Muñoz, mientras que la defensa del acusado dijo que, por las declaraciones de los testigos, "se desprende que fueron los miembros del propio comando quienes decidieron atentar contra el coronel".
En su turno de última palabra, Silva Sande recomendó al fiscal que se hiciera asistir por un psiquiatra. El juicio quedó visto para sentencia.
(SERVIMEDIA)
18 Dic 2007
S