Sin embargo, las mismas fuentes explicaron que normalmente las llaves de la trampilla de seguridad que accede a la cámara acorazada están en poder del director del banco y no tiradas en el suelo, como al parecer ocurrió en este caso, aunque agregaron que la policía no investiga lo sucedido en materia de seguridad, sólo el delito.

Por su parte, fuentes bancarias consultadas por Servimedia ratificaron este extremo y asguraron que de esas llaves sólo suele tener un juego el director de la sucursal o el apoderado de control.

La empresa que se ocupa de la seguridad en la sucursal asaltada es Ibertrón, cuyos responsables no han querido hacer declaraciones ni valoraciones sobre lo ocurrido, alegando que han recibido instrucciones de su cliente, el Banco Exterior, para que no hagan ningún comentario al respecto.

La policía continúa haciendo averiguaciones para tratar de detener a los atracadores de la sucursal del BX, situada en la calle Claudio Coello de Madrid, en pleno barrio de Salamanca, y donde los butroneros desvalijaron 49 cajas de seguridad y se hicieron con un botín de más de cincuenta millones de pesetas, según estimaciones de la policía.