El motivo de la demora, según fuentes directivas de la compañía consultadas por Servimedia, es la tardanza del Ministerio de Industria en homologar su novedosa botella, diseñada en acero inoxidable y con varios kilos menos de peso que la de Repsol.

El retraso de la Administración ha obligado a Cepsa, según las fuentes consultadas, a dejar en "stand by" un proyecto en el que ha invertido unos 5.000 millones de pesetas, de los 10.000 que tiene previsto emplear para ponerlo en mrcha. El Ministerio de Industria achacan la demora a la novedad del envase y la falta de referencias técnicas que permitan autorizarlo con total garantía de seguridad.

En Cepsa, en cambio, aseguran que su colaboración con Acerinox y Continox, filial del Grupo Teka, de equipos de cocina, ha dado como resultado una botella que puede estar a la venta en todo el mercado a los 4 meses de ser autorizada.

El objetivo de la petrolera con su irrupción en el mercado de los gases licuados del petróleo es arabetar a Repsol una cuota del 10% del negocio en el plazo de cinco años, usando la baza de una botella más manejable y comercializada en canales diferentes, como las propias estaciones de servicio Cepsa, cadenas de hipermercados, etc.