Mario Rodríguez, portavoz de Greenpeace, manifestó a Servimedia que la construcción de esa carretera suponía "un golpe mortal" al Parque Nacional de Picos de Europa, además de ser un intento de utilizar los derechos legítimos de los habitantes de Bulnes a estar comunicados para fomentar la especulación urbanística.

"A la vez que se decía que se iba a hacer esa carretera para que la gente estuviera bien comunicada y se evitaran problemas de enfermedades", dijo, "se estaba dicieno que se iban a crear ahí zonas de desarrollo rural, como casas rurales, hoteles, etcétera".

Rodríguez se mostró cauto al valorar la alternativa de crear un ferrocarril para el traslado de aquellas personas que lo necesiten, por entender que hasta que no se tenga un conocimiento exacto del trazado que va a seguir es preferible no opinar sobre ello.

No obstante, subrayó el temor de la asociación ecologista a que ese tren suponga una masificación de la zona. "Lo que es un tren para dulcificar y faclitar la vida de la gente me parece bien, pero si es para masificar no estaríamos de acuerdo", advirtió.