Buero, que participó en una mesa redonda sobre "Problemas de la puesta en escena hoy" junto al actor Juan Diego y el presidente de la Asociación de directores de escena Juan Antonio Hormigón, recalcó que el autor debe "desconfiar" antes de sí mismo que de otro miembro de la cadena escénica.

Almismo tiempo señaló que "en un nivel cualificado de teatro la desconfianza no puede ser hacia los demás sino hacia uno mismo".

El autor recordó que en la víspera de inaugurar "Un soñador para un pueblo" el director de escena José Tamayo le sugirió que la obra resultaba "pesada" tal como la había concebido; horas antes del estreno Buero decidió prescindir de uno de los papeles para agilizar la obra" y señaló que esta duda es la que hace valioso el entendimiento entre director y autor.

Buero insistó que en la escenificación no deje cambiar ninguna coma y aseguró que "la relación con los directores escénicos han sido siempre bastantes correctas".

El autor de "Historia de una escalera" dijo echar de menos los tiempos en que el teatro era "hablar a gritos para que te escucharan en la última fila" y "en la que si fuera necesario empresarios y actores permanecian en el teatro toda la noche hasta dejar la obra hecha".

Por su parte Juan Antonio Hormigón coincidió con Buero en que "si autores y diectores no se ponen de acuerdo son los espectadores los que no reciben todas las posibilidades de una obra"

Juan Diego intervino para reivindicar el papel del actor y se refirió a el como el que " desde la soledad se lanza al escenario".

Antonio Buero Vallejo recibirá mañana un homenaje en El Escorial, al que participarán entre otros Adolfo Marsillach y el catedrático de arte dramático Ricardo Domenech.

Los autores Juan Diego, Francisco Portes y Mercedes Lezcano realizarán una lectura esceniicada de algunos fragmentos de las obras más conocidas de Buero Vallejo.