BUEREN. SE VA EL `AZOTE' DE ETA Y EL NARCOTRAFICO DURANTE UNA DECADA
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Carlos Bueren, de 46 años, tiene pendientes de resolución la extrdición que ha pedido del dirigente etarra Eugenio Etxebeste `Antxon', la investigación por la muerte de los etarras Lasa y Zabala, y la incautación de 36 toneladas de hachís en el barco `Volga I', entre otros temas.
Con su marcha cierra una etapa de nueve años en el Juzgado Central de Instrucción Número 1, adonde llegó para sustituir al controvertido juez Varón Cobos.
Amigo personal de Baltasar Garzón, ambos son conocidos por ser `azote' de terroristas y narcotraficantes. Esta faceta de su vida e la que precisamente le trajo mayores problemas el pasado otoño, cuando aparecieron en el País Vasco pintadas de los radicales amenazándole de muerte por su lucha contra ETA.
Es uno de los que mejor conoce a esa banda terrorista. No en vano instruyó casos como los `Papeles de Sokoa', el secuestro de Emiliano Revilla o la red de cobradores del llamado `impuesto revolucionario'.
Fue también quien tomó declaración a los detenidos en la última operación contra los Grapo, Enrique Cuadra Echeandía, Conepción González y José Ortín.
En materia de narcotráfico, frecuentemente se le ha visto en escenas de televisión supervisando personalmente incautaciones de droga en Galicia y otras zonas de España. Viejos `conocidos' suyos son los del clan de `los charlines' o el mismo Sito Miñanco, jefes de una red de delincuencia que Carlos Bueren contribuyó a desmantelar.
Con ello sacó a la luz las fortunas que habían amasado quienes antes se dedicaban al contrabando de tabaco y luego, desde los 80 aprovecharn esas redes para lucrarse con droga.
JUEZ PROGRESISTA
La carrera de este magistrado comenzó hace quince años, como titular del Juzgado de El Escorial. Luego se trasladó al Juzgado de Instrucción Número 5 Barcelona donde investigó una trama ultraderechista en Santa Coloma de Gramanet. Es en esta etapa cuando más sintoniza con Jueces para la Democracia, que representa a los sectores progresistas de la judicatura.
De regreso a Madrid, estuvo destinado en un Juzgado Provincial de Insrucción en Plaa de Castilla, para finalmente pasar, a petición propia al Juzgado Central de Instrucción Número 1 de la Audiencia Nacional.
(SERVIMEDIA)
16 Ene 1996
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