Buen puso en duda que el PSOE y el PP lleguen a entenderse sobre el fin de ETA porque los populares "no son leales, juegan a la ambigüedad y detrás de su estrategia hay un cálculo electoral. Quieren gobernar a cualquier precio".

El dirigente socialista realizó hoy estas declaraciones en Vinaroz (Castellón), en una conferencia titulada "Euskadi: paz y libertad", organizada por la agrupación socialista de ese municipio, informa el PSE en una nota.

A su juicio, "el Partido Socialista es el que está liderando la pacificación, es el que verdaderamente ha arriesgado en todo este proceso tan difícil".

En referencia a la sociedad vasca, Buen apuntó que "si antes ya había manifestado claramente que la paz no podía ser el fruto de la imposición de un proyecto nacionalista, ahora está percibiendo que no sólo no se pueda marginar a los socialistas en esteproceso, sino que somos los actores principales del mismo", insistió.

El PSOE afronta el proceso "con un acervo político claro y rectilíneo en materia de pacificación y normalización que nos confiere un plus de legitimidad. El Partido Socialista forma parte de la cultura de la Paz en Euskadi y por ello estamos especialmente legitimados para ofrecer a la sociedad vasca nuestra propuesta de pacificación y normalización".

También dijo que, ante este nuevo escenario, "el nacionalismo se ha puesto muy nervioso. Se siente un tanto descolocado ante lo que está pasando y lo que puede venir y, además, se encuentra profundamente dividido".

Miguel Buen se refirió también a la mesa política o foro multipartito y a la fijación de las mayorías necesarias para la adopción de acuerdos sobre normalización.

"El principio de mayoría no sirve para fijar las reglas básicas de nuestra convivencia. Podrá existir una mayoría, pero seguirá sin existir normalización. La normalización no puede darse sin que representantes de las dos grandes sensibilidades políticas del País Vasco, presten su consentimiento. Lo que no es asumible, en términos de normalización política es que los eventuales acuerdos de la mesa cuenten con menos apoyos que los que obtuvo en su día el Estatuto", recalcó.

A su juicio, "el objetivo de ese foro multipartito es ampliar consensos, no aminorarlos ni sustituirlos".

Con respecto a la constitución de esta mesa, el dirigente del PSE-EE advirtió de que "no se puede permitir que nadie venga estableciendo condiciones previas sobre territorialidad o derecho de decisión, por ejemplo". "Cada partido podrá defender en la mesa las propuestas que considere oportunas, pero sin condiciones previas", opinó Buen.

En clara referencia a la posición de presidente del Gobierno vasco, Juan José Ibarretxe, Buen concluyó "todas las formaciones políticas deberán estar representadas en este foro en función de su representación política o audiencia electoral, pero sin que nadie se arrogue el privilegio de la doble representación: por un lado la partidaria y, por el otro la institucional. Eso rompería el principio de igualdad y de proporcionalidad en la representación. Por lo tanto hablemos de mesa de partidos, no de mesa del lehendakari".