BRUSELAS TEME POR LA POSIBLE EXTENSION DE LAS PROTESTAS A LOS PAISES EUROPEOS
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El director general de Relaciones Exteriores de la Comisión Europea, Eneko Landáburu, defendió hoy la libertad de expresión, en referencia a la publicación de caricaturas de Mahoma, pero matizó que este derecho debe compaginarse con el ejercicio de la responsabilidad necesaria para no ofender ninguna sensibilidad.
Por otro lado, indicó que existe el temor de que las protestas que se han desencadenado en distintos países de mayoría musulmana se extiendan a los estados europeos. A este respecto, recordó lo ocurrido en Holanda, donde el director de cine Theo Van Gogh fue asesinado por hacer una película crítica contra determinadas actitudes de las sociedades musulmanas.
"Siempre puede haber una reacción individual de unas personas que lleven a una violencia extrema, y eso es muy peligroso y muy preocupante", indicó el director general en la Ser.
Según Landáburu, lo que está ocurriendo no ha supuesto del todo una sorpresa para las autoridades comunitarias, ya que "se sabía muy bien la sensibilidad que existe en estos países, y sobre todo la sensibilidad del respeto a la creencia religiosa".
Sí reconoció que "no pensábamos que dibujos que se habían publicado en el mes de septiembre en un país determinado (...) iban a crear tanta protesta por el mundo árabe. Comprendemos muy bien lo que está pasando, pero es verdad que no pensábamos que iba a ser de tal amplitud".
"CALMA, CALMA, CALMA"
Respecto a las reacciones de los países que integran la UE, el director general indicó que hay un "fuerte consenso", aunque hay "sensibilidades diferentes". "Hay una voz fuerte que quiere en este momento decir: calma, calma, calma", manifestó.
Tras lamentar que no se haya tenido suficientemente en cuenta el profundo sentimiento religioso que existe en los países árabes, Landáburu agregó que "hay actos que se están produciendo en los países musulmanes que no son de recibo y no son aceptables".
"La responsabilidad de las instituciones políticas nacionales e internacionales en este momento es de calmar un poco el juego y que empecemos a discutir claramente el respeto a las sensibilidades mutuas", dijo.
"El derecho de expresión es un derecho al que los europeos no pueden nunca renunciar, es uno de los elementos fundamentales que unen a los pueblos europeos en un proceso de integración europea", continuó. "Por otra parte, esa libertad de expresión tiene que ejercerse con responsabilidad para no dañar o humillar unas sensibilidades existentes en el mundo. Yo creo que es esto: libertad y responsabilidad".
(SERVIMEDIA)
07 Feb 2006
CAA