Según un comunicado del Servicio de Acción Exterior del club comunitario, los diplomáticos de la UE en cuestión “ejercen sus funciones en el marco y con pleno respeto de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas”, por lo que rechazan acusaciones de injerencias en el país.

Para Bruselas, “no hay motivos para la decisión de las autoridades rusas más allá de ser un paso de pura represalia” tras las sucesivas expulsiones de miembros de las embajadas rusas por parte de los gobiernos de los 27. En opinión de la UE, “el curso de acción elegido por Rusia profundizará aún más su aislamiento internacional”.

La Unión Europea “sigue pidiendo encarecidamente a Rusia que detenga su agresión contra Ucrania” y vuelva a respetar las normas internacionales y “a adoptar un enfoque cooperativo en sus relaciones internacionales”.

DECISIÓN DE ESPAÑA

El pasado 5 de abril el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, anunció que el Gobierno había decidido la expulsión de los diplomáticos y personal de la Embajada de Rusia en Madrid en repulsa por la “barbarie” que se está cometiendo con la población civil en Ucrania.

El ministro aclaró que entre los más de 25 expulsados no se encontraba el embajador, Yuri Korchagin, ya que “no perdemos la esperanza de que la guerra de Putin termine y se vuelva al diálogo”.