"Es crucial que alcancemos una decisión la semana próxima. Las negociaciones serán duras, pero insto a los ministros a ser valientes. Mantenemos contactos intensos con todos los Estados miembros para convencer a todos los que podamos", declaró la comisaria en un comunicado.

A este respecto, recordó que el sector del azúcar "ha quedado prácticamente sin reformar desde hace cuarenta años", por lo que manifestó la necesidad de modificar la estructura productiva con el objeto de garantizar el futuro de la oferta de azúcar en Europa, y dar así seguridad a los productores, tanto a los comunitarios como a los que desarrollan su actividad en países en vías de desarrollo.

"No existe ninguna alternativa a una amplia reforma. Si cambiamos ahora, lo haremos con nuestras propias condiciones, con dinero ahorrado para paliar los efectos. Si no actuamos, se nos impondrá una reforma que apenas controlaremos y que golpeará más duramente a los productores más competitivos", añadió Fischer.

En Bruselas se considera que cualquier retraso podría poner en peligro la financiación de las compensaciones sociales y de reestructuración. De hecho, las propuestas de la Comisión pretenden aportar a la producción de azúcar comunitaria un fundamento a largo plazo sostenible.

En cuanto a las iniciativas que se pueden poner en marcha, Bruselas ofrece compensaciones a los agricultores, incluidas en el régimen de pago único por explotación, así como un fondo de reestructuración para ayudar a los que deseen abandonar el sector.

"Mantendremos las preferencias de que disfrutan nuestros proveedores de los países en vías de desarrollo y nuestro mercado seguirá siendo un lugar atractivo para que éstos vendan su azúcar. También proporcionaremos ayuda financiera para ayudar a los países a adaptarse a la nueva situación", afirmó la comisaria.

PRECIOS ALTOS EN LA UE

Los agricultores y fabricantes necesitan seguridad a largo plazo para poder invertir. El régimen actual comunitario del sector del azúcar expira en julio del próximo año y el sistema vigente mantiene en la Unión Europea (UE) unos precios tres veces más altos que los del mercado mundial, lo que es insostenible, según los expertos.

Para Bruselas, el régimen del sector del azúcar debe ajustarse al resto de la Política Agrícola Común (PAC) reformada, incluida el cambio de las subvenciones ligadas por producción por el pago único por explotación disociado.

La UE tiene la obligación de respetar sus compromisos internacionales, y promete autorizar las importaciones libres de aranceles y de contingentes de los cincuenta países más pobres del mundo.

Por último, un acuerdo sobre el azúcar reforzará considerablemente la posición europea en la reunión ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que se celebrará en Hong Kong el mes próximo.