Así se recoge en una nueva comunicación publicada este miércoles por la Comisión Europea titulada ‘Save gas for a safe winter’ (Ahorrar gas para un invierno seguro).

Esta reducción del 15% del consumo permitiría un ahorro a nivel europeo de 45.000 millones de metros cúbicos (bcm), durante ese período de tiempo.

Por ello, Bruselas pide a los Estados miembro que actualicen sus planes nacionales de emergencia existentes para identificar las medidas específicas de reducción de la demanda antes de finales de septiembre.

Además, va a establecer un marco de gobernanza que facilita la evaluación de los esfuerzos realizados por todos los Estados miembro para invertir en alternativas al gas ruso, reducir la demanda de gas, teniendo en cuenta las posibles interrupciones en la cadenas de suministro.

De hecho, la Comisión introduce un proceso para declarar en cualquier momento en las próximas semanas o meses una alerta de la UE si la situación y las perspectivas evolucionan negativamente en términos de equilibrio entre oferta y demanda con riesgos de grave escasez de gas y deterioro significativo de la seguridad del suministro.

Si este fuera el caso, la Comisión puede activar una reducción vinculante del 15% para garantizar la necesaria reducción global de la demanda de la UE.

Bruselas señala que “prepararse para posibles interrupciones importantes antes o durante el próximo invierno es vital para la resiliencia de la UE y la credibilidad de su respuesta a los acontecimientos que se desarrollan en el escenario sociopolítico”.

Por último, sostiene que “independientemente de una interrupción completa a corto plazo de los flujos desde Rusia, una acción conjunta temprana en la UE en este momento crítico del proceso de llenado de los almacenamientos reducirá la necesidad de una reducción de la demanda más dolorosa más tarde en el invierno”.