Bruselas ha llegado a la conclusión de que la unión de estas dos empresas "no impedirá de forma significativa" la competencia efectiva en el mercado del Gas Licuado del Petróleo (GLP) en Portugal o en cualquier otra parte del Espacio Económico Europeo (EEE).

Shell Gas es una filial de Shell Petroleum Company Limited, titular y operadora de sus actividades de gas licuado de petróleo en Portugal, mientras que el grupo español Repsol está presente en todos los segmentos del negocio del petróleo y el gas natural.

En cuanto a la estructura, el mercado portugués del gas licuado está concentrado en las manos de cinco empresas (por orden decreciente de la cuota de mercado: Galp, BP, Shell, Esso y Repsol).

Galp es el líder y controla una proporción significativa de las instalaciones de producción e infraestructuras de GLP. Por su parte, Repsol es la primera empresa del mercado español del GLP y compite desde 1994 en el mercado portugués, donde suministraba gas licuado procedente de sus refinerías y hasta hace poco carecía de toda infraestructura de GLP en Portugal.

El crecimiento de Repsol en el mercado portugués se ha visto obstaculizado por la ausencia de estas infraestructuras en el país, que elevaba sus costes de transporte y limitaba su flexibilidad operativa.

Este acuerdo entre Shell y Repsol les da el tercer puesto en cuota de mercado, por detrás de Galp y BP. La Comisión considera que Repsol, desde esta posición, "será una empresa más competitiva que antes de la transacción".