Reding lanzó este mensaje a los operadoras en una reunión privada en el marco del Mobile World Congress (Congreso Mundial de Telefonía Móvil), que se celebra esta semana en Barcelona. La fecha límite que tienen las compañías para ajustar tarifas es el próximo 1 de julio.

Tras la reunión, Reding explicó a un grupo de periodistas que el objetivo es que el envío de SMS o correos no sea más caro en el extranjero que en el país de origen. "Los precios tendrán que ser los mismos que el mercado doméstico con un pequeño plus", apuntó.

"Ésta es la forma de crear un mercado europeo", afirmó, tras señalar que, gracias a esta medida, los ciudadanos de la UE podrán moverse por Europea con los norteamericanos por Estados Unidos, es decir, "sin ser penalizados con facturas demasiado altas".

Reding advirtió que las operadoras tienen que actuar tanto en sus precios mayoristas (operadoras) como en el de los minoristas (clientes). También subrayó que la Comisión Europea no se va conformar con que bajen los precios a un pequeño grupo de operadores, sino que es algo que todos deberán acometer.

El año pasado, antes de verano, Bruselas intervino en las tarifas de las servicios de voz desde el extranjero. Ahora le llega el turno a los servicios de datos.