Así se expresó Brufau en una jornada sobre transición energética e industria organizada por Fundación Repsol, donde pidió “cambiar la política de reducir las emisiones a costa de todo”.

A este respecto, denunció que “en los últimos años, Europa se ha focalizado mucho en la sostenibilidad y en crear una sociedad de servicios menos emisora de gases de efecto invernadero y se ha olvidado de la prioridad de proteger la industria electrointensiva”.

“Sin industria, la región no es fuerte”, sentenció el presidente de Repsol, quien recordó que desde 2010 el peso de la economía europea en el mundo ha bajado del 22% al 17,5%, mientras Estados Unidos ha subido del 22% al 26%.

Por ello, calificó como “una señal de optimismo” que la Comisión y el Consejo "hayan tomado mucha conciencia de que esto está pasando y hay que revertirlo”.

Además, señaló que “los tres grandes temas en los que Europa está perdiendo la batalla” son la revolución tecnológica, los costes energéticos y la dependencia.

Por su parte, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, pidió en la clausura de la jornada que la Comisión Europea actúe con “urgencia” para dar “un giro radical” en la línea de lo propuesto en los informes de Enrico Letta y Mario Draghi.

“Han hecho un diagnóstico adecuado de la situación que estamos viviendo en Europa con la competitividad”, valoró Imaz sobre los informes, antes de advertir de que “no hay excusas” para actuar porque “sabemos lo que hay que hacer”.

De hecho, denunció que “con las políticas que llevamos a cabo estamos penalizando el empleo y la actividad empresarial en Europa y aumentando las emisiones de CO2 en el mundo”, al importar productos como el acero o los coches de China.

Por todo ello, arremetió contra el Banco Central Europeo (BCE) y contra la taxonomía energética de la UE por no permitir que los bancos financien, por ejemplo, proyectos vinculados con el gas natural que permitirían reducir las emisiones vinculadas con la generación eléctrica de plantas de carbón en países en vías de desarrollo.

“Hemos dirigido la política desde la ideología”, concluyó Imaz, quien exigió a la nueva Comisión Europea “cambiar ideología por tecnología”.