En la presentación del informe "World Energy Outlook 2008", Brufau coincidió, de este modo, con la tesis que defendió el economista jefe de la Agencia Internacional de la Energía, Fatih Birol, quien reconoció temer "que la crisis financiera sea la semilla de una crisis en inversiones energéticas, a menos que los gobiernos tomen las decisiones adecuadas a tiempo".

En este sentido, sostuvo que "hay que aumentar la producción para compensar el declive en la producción de los yacimientos".

Según el estudio presentado hoy, el aumento previsto en la producción mundial de petróleo pende de que se hagan oportunamente inversiones de magnitud suficiente. Unas tasas de agotamiento natural acelerado exigirán mayor inversión en exploración-producción, tanto en yacimientos existentes como en otros nuevos.

De hecho, ya se han producido "retrasos" que, de mantenerse, pueden tener consecuencias "alarmantes" en dos o tres años, dijo Birol.

Según vaticinó, los combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas) seguirán siendo fundamentales en los próximos años para todas las economías. Además, China e India serán responsables de más del 85% de la utilización mundial del carbón.

"Si la inversión no se ha hecho a tiempo, podemos encontrarnos con problemas para satisfacer la demanda", lo que acarreraría, además de una subida de precios (por encima de la del pasado verano), un riesgo de falta de suministro.

"Cada vez somos menos optimistas en lo que se refiere al crecimiento" de la producción de petróleo, dijo. "Nos vamos a enfrentar a muchas dificultades para llevar el petróleo a los mercados en el futuro, por lo menos el convencional". "Tenemos que encontrar nuevos yacimientos, aunque sea para compensar el agotamiento de los actuales".

En este sentido, puntualizó que, para mantenernos en el actual nivel de abastecimiento de crudo en los próximos 25 años "necesitaríamos seis Arabias Saudí más", sin tener en cuenta el probable aumento de la demanda".

CAMBIO CLIMÁTICO

Birol aludió, asimismo, a la "imperiosa necesidad" de frenar el cambio climático, para evitar que en las próximas décadas la temperatura del planeta aumente seis grados centígrados.

Para ello, apostó por aumnetar la capacidad eólica cada año en 45 gigavatios y por "construir 20 centrales nucleares en el mundo al año, cuando ahora construimos una y media" en ese plazo de tiempo.

La tarea principal de la próxima reunión de Copenhague "consiste en atraer e incluir a los países que no son de la OCDE para que colaboren" en la lucha contra el cambio climático. Si no, "las economías de la OCDE se verán gravemente perjudicadas".

En el acto intervino, asimismo el secretario general de Energía, Pedro Marín, quien incidió en "la incertidumbre de los mercados petroleros y gasistas", que da lugar a "volatilidad de precios y problemas de abastecimiento derivados de conflictos geopolíticos, como es el caso de Ucrania y Rusia".

Por su parte, la secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, apuntó que "los patrones" energéticos aplicados hasta el momento "no son válidos al 100% nunca más". Por ello, abogó por reforzar "la inversión en I+D para adelantar los plazos de mejora de los rendimientos de las nuevas tecnologías".