El ministerio fiscal había solicitado una pena de 100.000 pesetas o un arresto sustitutorio de 20 días, en caso de impago, para Francisco Berga.

El jicio permitió ver por primera vez a Berga sentado en el banquillo de los acusados. Durante su declaración ante el juez, Berga llamó "mentiroso" a Bartolomé Seguí Molinero, el denunciante y presunto estafado, a quien dijo que no conocía de nada.

Los hechos fueron denunciados en 1994, pocos meses antes de la intervención de la CNMV en Brokerval, después de que Berga extendiera supuestamente un talón, por un valor de 1.800.000 pesetas, contra una cuenta corriente de la sucursal Barclays Bank de la que er titular la empresa Broker Gestión Baleares S.A., sociedad de la que, además, era apoderado el propio Berga, según pretendía probar el ministerio fiscal.

El denunciante aseguró que cuando quiso hacer efectivo el cobro del citado talón se le comunicó en la entidad financiera que dicha cuenta carecía de fondos.

Berga, considerado presunto cerebro de Brokerval, está procesado por sendos delitos de estafa, apropiación indebida y falsedad documental como máximo inculpado en el escándalo Brokerval- Invrbroker.