Según los datos de la industria vitivinícola de ese país, recogidos por el periódico "The Guardian", los británicos aumentaron su consumo de vino un 20% entre 1997 y 2001, con la peculiaridad de que no ha aumentado el número de bebedores, sino la cantidad consumida por persona.

Los datos cifran el consuo total en 1.300 millones de botellas anuales, lo que supone que el consumo medio pasó de 18,7 litros al año a 21,8 en el periodo analizado.

El mercado británico sigue dominado por los vinos franceses, que copan un 30% de la cuota de mercado. Le sigue Australia, con un 15% y un crecimiento de sus ventas en el mercado británico del 87% en los últimos cinco años.

El siguiente proveedor de vino de los británicos es Italia, que domina el 13% del sector, y a continuación figuran España y Estados Unido, con un 8% cada uno.

A pesar del incremento en el consumo de vino, Gran Bretaña no lidera el consumo mundial, ya que éste es superior en los países productores, con Francia e Italia a la cabeza, donde un adulto consume como media 58 litros al año, seguidos de Argentina, con 49 litros.