Los cinco millones de fianza, impuestos por la juez que instruye el sumario, fueron reunidos por familiares, amigos y compañeros, según las mismas fuentes.

Salvago se encontraba recluido en la base aérea de Los Llanos (Albacete), después de ser detenido cuando el diario El Mundo publicó la relación de las facturas falsas emitidas por la agencia de viajes "uriben", propiedad de Salvago.

Según el abogado defensor del militar, "ahora es cuando de verdad comienza este espinoso asunto". El letrado Manuel Muñoz Clares dijo que, mientras que las relaciones con el fiscal que conoce el caso son "excelentes", con la juez son "simplemente técnicas", y añadió que "la propia juez me prohibió verbalmente que realizara declaraciones públicas".

Por otra parte, fuentes de la familia del brigada negaron las acusaciones de estafa y que se le hubiera causado daños ecnómicos al Ejército, considerando que las facturas emitidas por "Turibén" no eran falsas "y si lo son, debería de demostrarlo el fiscal, no Salvago".

También insistieron en negar que existan más implicados en este caso, ni que haya una "red" que se dedicara al asunto. "No hay más militares", dijeron, y señalaron la venganza como posible móvil de la desaparición de las facturas de "Turibén".

Respecto a las facturas publicadas en el diario El Mundo, manifestaron: "no sabemos quién pudo facilitar alperiódico las facturas. Es algo que se está investigando y que es primordial para el esclarecimiento de los hechos".

Por último, también negaron que Salvago se hubiera enriquecido. "No es ningún potentado, no tiene ni piso propio. Lo que ocurre ahora, después de acusarlo de tener miles de millones, es que teme por su familia".

Para los familiares de Salvago "se le ha condenado antes del juicio" y acusaron a El Mundo de causar un perjuicio gravísimo a Salvago, perjuicio que van a reclamrar al peridico como responsable civil.