La petición fue realizada por el ministro de Salud brasileño, José Serra, y apoyada por varios países, aunque un asesor de la OMS, Michael Schultz, indicó que es una misión que escapa de las posibilidades de la organización, porque "los precios varían todas las semanas y supervisarlos en el ámbito mundial sería una tarea hercúlea".

En los países en vías de desarrollo muchos enfermos no tienen acceso a fármacos para enfermedades como el SIDA por su alto coste, por ello, países como Brasil y Sudfrica respaldan la producción local de fármacos para reducir los precios.

Por otro lado, la ONG "Médicos Sin Fronteras" dio la bienvenida a la iniciativa, ya que "los estados miembros necesitan información y libertad de elección para garantizar el mejor cuidado de la salud para sus pueblos", comentó uno de sus miembros.