En el libro, titulado "Los Botín. Nacidos para la banca", Amigot sigue el rastro de la saga familiar desde que el patriarca Emilio Botín convirtió la entidad en un banco operaivo a nivel nacional hasta el "traspaso" de poderes a su hijo primogénito.

Para Amigot, las relaciones entabladas por el Santander y resto de las entidades financieras con el PSOE ponen de manifiesto que la banca "es cada vez menos un poder fáctico. Están más preocupados por la rentabildad que por las estructuras de poder".

No obstante, los Botín conservan, a su juicio, un control prácticamente absoluto de todos los negocios de envergadura que se realizan en Cantabria, gracias a sus estrechas relciones con los políticos locales, como el presidente de la Comunidad, Juan Hormaechea, y con las empresas constructoras.

Además, se han asegurado el control del Santander, "a pesar de no contar con más del 10 por ciento de las acciones, estimulando la atomización del capital social, repartido entre casi medio millón de accionistas, más que cualquier otra entidad bancaria española".

Un aspecto "escabroso" al que hace referencia el libro es el posible origen judío de la familia Botín. Indicios herádicos, genealógicos, filológicos y fisonómicos, así como el testimonio de personas vinculadas a la familia consultados por Amigot, apuntan a que se trata de "xuetas", judíos conversos procedentes de Mallorca.

"En todo caso, existe la certidumbre absoluta de que no son cántabros, a pesar del dinero que se han gastado en fomentar la cultura cántabra y una imagen montañesa de la familia, financiando numeros estudios sobre la región", afirma Amigot.

Los Botín controlan también, en gran medida, la vid cultural de Cantabria, a través de la Fundación Marcelino Botín. "Nada se mueve sin su autorización. Están acostumbrados a que se les rinda pleitesía, incluso en el terreno cultural, porque es la forma de seguir haciendo más dinero".

Amigot señaló que, con este libro, ha pretendido hacer "una historia de España de las últimas décadas contada a través de la familia Botín, desde una visión independiente no dirigida a los banqueros sino a los accionistas y al público en general".