Botero agradeció el interés que los madrileños han mostrado por su exposición y señaló que en sus tiempos de estudiante en Madrid "estaba muy lejos de imaginarme que mis esculturas podrían verse algún día en un lugar tan privilegiado".

Asimismo, reiteró una vez más su deseo de donar una escultura a la ciudad de Madrid. "Antes de irme, espero ver,por la reacción del público, cuál es la escultura favorita de los madrileños y estaré encantado de que se quede en la ciudad", añadió.

Alvarez del Manzano recordó que el Ayuntamiento se ha plegado a los deseos del escultor, que ha escogido personalmente la ubicación de cada una de las 21 esculturas de la muestra, que permanecerá en Madrid hasta el próximo mes de agosto.

El alcalde madrileño indicó que esperan subsanar los problemas de tráfico que en un principio ha creado la muestra, así como el eligro que puede suponer para los visitantes el acceso por el carril-bus, por lo que anunció que después de la fiestas de San Isidro este carril será recuperado para el tráfico y se habilitará el acceso a través del bulevar central del paseo.

Tras la exposición, tres esculturas más podrían quedarse en los aeropuertos de Madrid, Barcelona y Palma de Mallorca si prosperan las negociaciones entre Botero y Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA).