"Se trata de avanzar hacia una concepción diferente del reparto de responsabilidades públicas, familiares, domésticas y privadas de las personas, desde una óptica de responsabilidad social", apuntó Botella, en la inauguración de la Jornada sobre Conciliación de la Vida Familiar y Laboral, organizada por el Ayuntamiento de Madrid y la Embajada Noruega.

La teniente alcalde se refirió al caso de Noruega, donde, dijo, la tasa de actividad femenina es del 72,2%, mientras que en España sólo es del 47%. "La reciente incorporación de la mujer al mercado laboral" añadió, "no sólo ha cambiado radicalmente las perspectivas vitales y profesionales de las mujeres, sino que ha alterado sustancialmente el tradicional esquema de reparto de responsabilidades familiares y laborales".

Según Botella, un ejemplo que constata el cambio social que se ha conseguido es el aumento de la representación femenina en las instituciones públicas, en el Parlamento o en el sistema judicial. "Estos cambios se aprecian también en el acceso a la educación, sobre todo en los niveles superiores, algo impensable hace 25 años. Hoy hay más mujeres universitarias que hombres", indicó.

"Las administraciones públicas" añadió la teniente alcalde,"tienen la gran responsabilidad de impulsar políticas que contribuyan a hacer realidad la conciliación de la vida laboral y familiar".

Sobre los aspectos negativos que reflejan todavía las grandes diferencias entre hombres y mujeres, Botella advirtió de que el acceso a los puestos de responsabilidad en los estamentos públicos y en la empresa privada supone aún un obstáculo para muchas mujeres Y llamó la atención sobre el hecho de que éstas representan el 89% del conjunto de familias monoparentales y que el salario medio del colectivo femenino no supera el 70% del que reciben los hombres por funciones similares.

Además, indicó que las mujeres son las principales víctimas de la violencia doméstica y de las agresiones sexuales y que aquellas que no quieren renunciar a sus oportunidades tienen que ser al mismo tiempo trabajadoras asalariadas, madres y responsables de las tareas domésticas, una situación que calificó de "manifiestamente injusta".

La concejala de Servicios a la Ciudadanía subrayó que para lograr la armonía entre trabajo y familia son necesarias políticas de flexibilidad en el tiempo, relativas a beneficios sociales/extrasalariales a través de ayudas materiales o seguros, de servicios familiares para reducir la carga de trabajo extralaboral y de apoyo profesional.