"Creo que no es un enfrentamiento, es una competición", dijo Borrell a varias emisoras de radio. "No somos adversarios, sino que somos y seremos alternativas. Esto no es una elección entre partidos políticos distintos, ésta es una elección que refleja distintas sensibilidades y que tiene que hacerse desde la más exquisita amistad".

Tras afrmar que no pretende ser el candidato del Partido Socialista de Cataluña, el ex ministro manifestó su deseo de que se produzca "una mezcla" suficientemente representativa de lo que es el territorio y la historia del PSOE.

Borrell se mostró convencido de que tres semanas son tiempo suficiente para conseguir los apoyos necesarios a su candidatura y consideró que no es razonable tratar de recabar decenas de miles de firmas por toda España, si se pueden conseguir 31 de personas conocidas, identificables yfácilmente localizables.

Por último, Borrell hizo un llamamiento a todos los militantes del partido para que, al decantarse por uno u otro candidato, tengan en cuenta quién es más capaz de catalizar los apoyos al proyecto socialista.