Borrell manifestó que el futuro Plan Hidrológico Nacional debe hacer frente a los problemas que puede provocar el incremento del precio del agua a ayuntamientos, empresas eléctricas y regantes tradicionales, ya que "no podemos mantener situaciones de privilegio justificadas por la historia de hace muchos siglos en lo que a riegos tradicionales se refiere". Asimismo, aseguró que algunas cuencas hidrográficas no podrán resolver solas los problemas que sufren, puesto que siempre serán deficitarias.

Por ello, Borrell realizó un llamamiento a la solidaridad y cohesión social y reiteró que es necesario transferir recursos de unas cuencas a otras.

"El agua", dijo, "pertenece a la colectividad nacional, no es de nadie, es de todos", para añadir que el coste de las nuevas inversiones deberá repercutir sobre los usuarios más directamente beneficiados po el uso del agua.

El ministro reconoció que las empresas eléctricas pagan poco por el uso de este recurso, si bien indicó que es necesario iniciar un debate social para analizar los problemas que la escasez y derroche de este bien natural plantea.

"El desequilibrio hidráulico de hoy", declaró, "es trascendental en la sociedad, porque irá creciendo en el futuro al compás del crecimiento económico y de la variación climática, y estos desequilibrios irán aumentando y agudizarán las limitaciones parael desarrollo económico de algunos territorios".

El titular del departamento de Obras Públicas y Transportes concluyó señalando que en el fondo de este debate subyacen problemas de carácter político, económico, sanitario, turístico y urbanístico.