José Borrell recordó que antes del siniestro del "Mar Egeo" hubo otros accidentes tras los que no se hizo nada, y añadió que: "El ministerio asumió el compromiso de no dejar las cosas como estaban,no derramar sólo lágrimas y pesar, sino actuar y hacer de la forma más rápida posible todo lo que la técnica nos permite hacer".

Borrell, que estuvo acompañado por el alcalde coruñés, Francisco Vázquez, entre otras autoridades civiles y militares, bromeó al apuntar que las nuevas instalaciones no tienen capacidad de lanzar conjuros milagrosos, aunque añadió que sí "dispone de todos los avances de la tecnología moderna para controlar y prever el tráfico marítimo".

El ministro comparó la torre inauurada con la emblemática Torre de Hércules, el faro que identifica a la ciudad de la Coruña. Borrell dijo que la obra de su departamento representa a la seguridad marítima en el siglo XXI, mientras que la torre de Hércules sirvió a la seguridad de los hombres del mar desde hace casi dos mil años.

La torre tiene dos patas que acogen en su interior un ascensor y una escalera de 442 peldaños y que unen dos bloque edificados por separado. En el superior está el centro de control de tráfico, mientras que e bloque inferior será la sede definitiva de la Capitanía Marítima del Cántábrico. El edificio tiene una altura de unos 80 metros y su coste ha rondado los mil millones de pesetas.

José Borrell aprovechó su visita a La Coruña para recorrer otra de las realizaciones del MOPTMA, el paseo marítimo, y en rueda de prensa se mostró crítico hacia "instancias interesadas en inquietar a la opinión pública sobre el cumplimiento de plazos de las autovías".

De esta forma, Borrell criticaba a la Xunta y al PP e Galicia, que están presionando de forma continuada para tratar de evitar que las obras puedan sufrir nuevos retrasos.

El ministro Borrell también anunció que el año próximo comenzará la construcción de otra torre similar en el puerto de Vigo.