La lesión le ha obigado a pasar por el quirófano para implantarle dos clavos que facilitarán la soldadura del hueso afectado, y durante este tiempo Borrell deberá desplazarse con muletas.

Pese a las molestias que le ocasiona la lesión, el dirigente socialista hace gala de buen humor en todo momento, bromenando incluso sobre las "zancadillas", físicas y políticas, de que ha sido objeto en los últimos tiempos.

"Pero esta duele más", dijo a esta agencia, antes de presumir de lo "cachas" que se va a poner por el uso cntinuado de las muletas durante las próximas ocho semanas.

Borrell ha hecho gala en numerosas ocasiones de su afición al deporte, como el montañismo y el descenso de rápidos, pero esta vez ha sido la práctica del esquí la que le ha provocado un percance.

A pesar de la lesión, Borrell está decidido a seguir cumpliendo con sus labores como parlamentario, asistiendo a los plenos del Congreso y a las sesiones de la Comisión Mixta de la Unión Europea, de la que es presidente.