Borrell informó esta mañana al Rey, en el Palacio de Marivent, de las dificultades del aeropuerto de Son San Joan debido a la huelga de celo de los controladores franceses de Marsella, y comentó que había informado al monarca de que la situación es "sostenible".

A media mañana la dirección del aeropuerto palmesano prhibió temporalmente el aterrizaje de más aviones, dado que el "parking" aéreo de Son San Joan se encontrada "saturado", informaron fuentes aeroportuarias. Las demoras durante esta mañana alcanzaron las tres horas en los vuelos de llegada a Mallorca, mientras que los retrasos en las salidas fueron inferiores.

El control de Marsella, cuyos trabajadores desarrollan desde el viernes una huelga de celo, sigue permitiendo el paso de ocho aviones por hora hacia las Baleares, casi la mitad de lo necesario par evitar colapsos. No obstante, "el comportamiento del control palmesano está permitiendo que la situación no se haya desbordado todavía, como ocurrió la semana pasada", dijo el ministro.

Borrell, tras su entrevista con el Rey, se reunió con miembros del Ejecutivo autónomo balear. El consejero de Obras Públicas, Bartomeu Reus, solicitó al ministro la convocatoria urgente de una reunión de los países europeos para tratar el problema. "La solución pasa por un pacto entre estados", señaló Reus.

El miistro se comprometió a acelerar una inminente "cumbre" con los ministros de Transportes de Italia y Francia para analizar la situación, aunque recordó que "sólo la OACI puede tomar determinaciones en este sentido y ordenar un nuevo mapa aéreo europeo".

Borrell insistió en destacar la labor del personal del aeropuerto palmesano y de su director, Pedro Meaurio, de quien dijo que "se merece la medalla al mérito civil por cómo está actuando estas semanas".

Durante el día de hoy el aeropuerto soportar 639 movimientos y el tránsito de 102.000 pasajeros. Ayer sábado el número de vuelos, previsto en 670, aumentó a 695 siendo 110.000 pasajeros los que transitaron por las instalaciones aeroportuarias.