Borrell reconoció que le gusta la figura del toro y que comparte que es un elemento publicitario de un calado que ha pasado a formar parte del paisaje del país, pero advirtió que ningún ministro legisla de acuerdo a sus preferencias.

"A mí, personalmente, la figura del Toro de Osborne me gusta, pero los ministros no hacen las leyessegún les gusta", señaló, tras recalcar que se trata de un elemento publicitario que, según la ley, es ilegal.

No obstante, señaló, considerando que parece haber una opinión mayoritaria en el país a favor de mantenerlo, eso sólo será posible reformando la ley que ahora lo impide. Por ello, tiene previsto presentar en los próximos días una proposición no de ley en la Comisión de Infraestructuras del Congreso que haga posible distinguir en la ley de 1988 entre lo que es publicidad pura y dura y aquella tra que ha acabado convirtiéndose en un elemento fundamental del paisaje.