La colección de González, que consta de unos 80 bonsais de flora autctona podados en muy diversos estilos, ha sido instalada temporalmente para su custodia en un recinto fuera del Jardín Botánico por motivos de seguridad, debido a su incalculable valor, según Tellería.

La directora del Real Jardín Botánico agregó que los bonsais serán instalados en un talud cerrado al público y situado entre el pabellón Villanueva y el paseo de Alfonso XII, una vez finalicen las obras de acondicionamiento, que previsiblemente comenzarán dentro de unos tres o cuatro meses.

Los cera de 80 bonsais de Felipe González formarán parte de una exposición permanente al aire libre en la que se rotarán los diversos ejemplares según la temporada estival, ya que "no todos están igual de bonitos durante todas las épocas del año", indicó Tellería.

Explicó que los bonsais de González serán podados por un especialista, mientras que dos o tres jardineros se encargarán de su mantenimiento, riego y cuidado. Asimismo, Tellería señaló que estas piezas botánicas estarán protegidas por fuertes medida de seguridad, debido a que se trata de una colección "valiosísima".

Para Tellería, esta nueva colección, que calificó de "muy buena e importantísima", supondrá para el Real Jardín Botánico, que es visitado anualmente por cerca de 400.000 personas, un aumento importante de visitantes, ya que se trata de un género botánico que cada día gana más adeptos en España.

La colección, que incluye los más valiosos bonsais del presidente, aficionado a la botánica desde hace muchos años, fue cedida hace ya tempo al Consejo Superior de Investigaciones Científicas, con el que se acordó su exhibición pública en el Real Jardín Botánico.

González, tres de cuyas pequeñas piezas botánicas ya figuraron en una exposición de bonsais en el Jardín Botánico inaugurada en junio de 1991 por el entonces embajador de Japón en España, Tatsuo Yamaguchi, donó su colección con el fin de que se realizara con ella una exposición permanente similar a la que existe en Washington.