En declaraciones a "El País", "El Mundo", "Abc" y "La Razón", Bono insiste en que su dimisión, cuya fecha fue decidida por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el pasado 26 de marzo, es por motivos "personales", y responde a un punto de inflexión en su vida política que "hoy percibo como definitivo".

"Como socialista no me voy a cortar nunca la coleta. Dejo la actividad política, pero no el carné del PSOE ni las ideas y principios que han inspirado mi actuación", subraya Bono en la entrevista publicada por "El País".

Explica que, "cuando un país no está acostumbrado a que sus ministros dimitan, el hecho de que uno lo haga produce más sorpresa que reflexión. Pero yo no me voy de la actividad política contra nadie. Me voy a favor de mi familia y de mis hijos sobre todo".

Indicó que no ha llegado al final de la legislatura porque tenía un compromiso con el presidente "en virtud del cual cuando estuviesen aprobadas la Ley de la Defensa y la Ley de Tropa yo ya quedaba en libertad. Sospecho que él me puso dos retos que no pensaba que fueran a culminarse tan pronto".

Bono reconoce que, cuando se anunció su dimisión, el pasado viernes, "Don Manuel Fraga me llamó. A Mariano Rajoy le llamé yo y me devolvió la llamada. Es cierto que me llamaron casi tantas personas del PP como del PSOE. Nunca me he arrepentido de tener amigos en la derecha, aunque no todos los que se dicen mis amigos lo sean. Obviamente, sé distinguir entre los elogios sinceros y los envenenados".

"NO HE SIDO UN MINISTRO-DIQUE"

En cuanto a la relación de su marcha con la aprobación del Estatuto de Cataluña y su contención de las concesiones a los nacionalistas, aseguró que "nunca he tenido la sensación de ser un ministro-dique, aunque algunos nacionalistas dicen que se han alegrado de mi marcha no por aversión personal, sino por mi oposición a sus propósitos disgregadores".

"En todo caso, quien da continuidad a la tarea del Gobierno no es el ministro, sino el presidente, y él tiene muy claro que no se puede ceder a proyectos secesionistas". Preguntado sobre lo que votaría en el referéndum sobre el Estatuto, recalcó que, "por suerte para mí, estoy empadronado en Albacete".

En la entrevista que publica "El Mundo", el ex ministro resalta que, "en términos generales, y no referido solamente al Estatuto, lo que no hubiera hecho es votar en contra de algo que me produjera importante rechazo y, a continuación, ponerme a silbar hacia otro lado. Es cuestión de carácter".

Por lo que respecta al alto el fuego decretado por ETA, Bono resalta que "los muertos exigen toda la dignidad y toda la justicia. Algunos vivos deberían no usar a los muertos en su provecho". Añade que PP y PSOE deben trabajar juntos, porque "los españoles no entenderían que la política de partido sea más importante que la política de Estado en la lucha contra los terroristas".

El ex responsable de Defensa dice, en la entrevista en "Abc", que se va con una asignatura pendiente como ministro, "la de que los militares españoles puedan vestir el uniforme en la calle. Claro que antes hay que acabar con ETA".

"He hablado muy claro toda mi vida: de ETA, del Estatuto y de todo cuanto me han pedido mi opinión", prosigue. "Otra cosa no habré hecho pero llamar asesinos a los etarras y secuestrador a Otegi es algo que puede usted comprobar en cualquier hemeroteca".

LEALTAD A ZAPATERO

Sobre la influencia de la negociación tras el alto el fuego de ETA y la reforma estatutaria en su dimisión, recalcó que "quien quiera dañar al presidente o al Gobierno no podrá contar nunca con mi ayuda o complicidad. Por otra parte, mi lealtad al Presidente es mucho mayor que mi rechazo al Estatuto".

En la misma línea se pronuncia en su entrevista al diario "La Razón", en la que subraya que "mi opinión sobre el Estatuto es bien conocida, pero no ha sido el Estatuto lo que me ha echado de la actividad política, sino el deseo de vivir con más intensidad mi vida familiar".

Tras elogiar a su sucesor en el cargo, José Antonio Alonso, "un joven castellano viejo, sobrio y ecuánime", y al nuevo responsable de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, "el más listo y experimentado de los cuadros del PSOE y del Gobierno, un hombre capaz, trabajador, ingenioso y leal",Bono asegura que se lleva bien con "todos y todas" los ministros".

"Solbes y yo somos los que más coincidimos", argumenta. "La vicepresidenta es una persona maravillosa y absolutamente necesaria, y Magdalena Alvárez es mi vecina de escaño en el Consejo y compartimos secretos y confidencias. Aguilar es listo como una liebre y se lo sabe todo. Moratinos es la mejor persona que he conocido en la carrera diplomática y además trabajador incansable, ¿lo ve? No fallo palo".

"JAMÁS PIENSO EN MADRID"

En cuanto a su futuro político, asegura a este periódico que "jamás pienso en la Alcaldía de Madrid. Sólo me acuerdo del alcalde cuando estoy en un atasco o para felicitarle por su cumpleaños", por lo que nunca se enfrentará en unas elecciones a Alberto Ruiz-Gallardón.

En "Abc", Bono recuerda que "quise ser presidente del Gobierno hasta que ganó Zapatero. Esa misma tarde dije a mis seguidores que votasen al ganador", y asegura que el jefe del Ejecutivo "es más buena persona de lo que se dice y menos ingenuo de lo que algunos creen".

Por último, en varias de las entrevistas coincide en que su peor momento como ministro fue el de velar a los 17 militares que murieron en el accidente del Cougar antes de subir al Hércules que los traía a España, y el más delicado, "cuando recibí del presidente la orden de retirada de Irak y un alto mando, del que entenderá que no revele la identidad, intentó desobedecerme".