"Allá en el País Vasco", dijo Bono en alusión al asesinato de Fernando Múgica, "un puñado de asesinos y una minoría de fanáticos están alimentando continuamente un clima de enfrentamiento. España mantendrá su cohesión y los españoles conservaremos el sentimiento cordial de la vida. ETA podrá asesinar y causar dolor, pero no podrá destruir esa cohesión. Sin embargo, estas palabras no son ni una bravuconada inconsciente ni un consuelo resigndo".

"La situación es grave", añadió. "Más que las acciones terroristas, podrían ser nuestras omisiones las que contribuyeran a la pérdida de lo que tanto nos ha costado conseguir: la libertad y la convicción de que no se puede consentir la desmesura del fanatismo etarra bajo el manto espeso del nacionalismo. Ya está bien de que sigamos intentando explicarnos el fenómeno terrorista. Hay que poner el acento en pasar de la explicación a la acción. Hay que producir hechos. Sé que en esta línea estamos, yque hoy se muestran signos encomiables de valor cívico (lazo azul), ayer más escasos. Pero hay que avanzar".