Recordó que el actual sistema de financiación es producto del pacto que Aznar tuvo que hacer con CiU para poder ser investido y que después "trataron de imponer a todos los demás". Aseguró que "algunas comunidades" no se pliegan a esa imposición, que fue "el precio que debió pagar a los nacionalistas".

A juicio de Bono, Zaplana ha sido inteligente "al percatarse de que el Gobierno de España lo es de casi toda España, porque hay territorios donde el Gobierno de Aznar manda my poco, porque tiene a los nacionalistas en las barbas".

Bono denunció que muchos españoles ya se dan cuenta de que el actual sistema de financiación ha llevado a que "por cada peseta de asistencia hospitalaria que llega a Castilla-La Mancha llegan 10 pesetas a los que tienen la Sanidad transferida, y la goleada de 10 a 1 es muy grave incluso para Aznar, que necesita los votos de Pujol".

El dirigente socialista explicó que su pensamiento no es nacionalista, "pero tampoco antinacionalista". Expres su respeto por "los nacionalista moderados", pero rechazó a "los nacionalistas excluyentes".

"Me producen rechazo personal aquellos que creen que por haber tenido una historia, o un RH, o un color de piel, o un estandarte, o un Fuero, tienen más derechos que otros ciudadanos. No puedo entender que el hecho del nacimiento produzca privilegios sobre otros ciudadanos", indicó.

Con arreglo a esta argumentación, Bono concluyó que "cuando el nacionalismo conduce a la exclusión o a fabricar la idea de ue hay seres humanos con más derechos sobre otros, entonces el nacionalismo empieza a ser social y humanamente peligroso".