BONO ANUNCIA QUE NO CEDERA SU AUTORIDAD Y AUTONOMIA A LAS MINORIAS DEL PARTIDO A CAMBIO DE SER SECRETARIO GENERAL

- Se ve con las cualidades necesarias para llevar al PSOE a la victoria electoral, pero advierte de que no liderará el partido "a cualquier precio"

- Defiende el legado de González y sentencia que quienes quiere empezar de cero es porque "no están en paz con el pasado"

- Anuncia que dejará la Presidencia de Castilla-La Mancha si el 35 Congreso le elige secretario general

TOLEDO
SERVIMEDIA

El presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, anunció hoy que será candidato a la Secretaría General del PSOE, pero condicionó esta disposición a la seguridad de que mantendrá la autoridad y la autonomía imprescindibles para liderar el partido. "Si he de conseguir la mayoría en la última noche del Congreso,en un cuarto cerrado, haciendo concesiones de autoridad o de autonomía, no seré secretario general", advirtió.

Bono eligió para lanzar este anuncio de forma formal la Asamblea de Delegados de Castilla-La Mancha, reunida en la antigua fábrica de armas de Toledo, justo antes de que comience la celebración de todos los congresos provinciales, en los que se elegirá a los delegados que acudirán al 35 Congreso Federal.

Una vez en la tribuna de oradores, Bono tardó quince minutos en comunicar claramentea su federación que presentará su candidatura cuando comience el cónclave socialista. "Opto a la mayor responsabilidad del partido que fundó Pablo Iglesias, y que ha gobernado el periodo más democrático, más fecundo y más estable de toda la historia de España", dijo.

Después de garantizar a los demás aspirantes a la Secretaría General que nunca les faltará el respeto, Bono proclamó su intención de ganar el 35 Congreso, pero "no a cualquier precio", y nunca si la victoria supone dejar en el camino algua de las tres características que debe tener el líder socialista: autoridad, autonomía y fortaleza democrática.

La necesidad de autonomía la justificó en la urgencia de que el partido deje de ser "una partida de aventureros". "Regenerar el PSOE exige que ningún dirigente tenga tanto poder personal que sea inprescindible, ni tan poca autoridad que nadie le tenga en cuenta", dijo Bono, para quien esta autoridad no sólo no es incompatible, sino que es necesaria, con los cambios, "muchos, y muy profundos" que necesita el PSOE.

En cuanto a la autonomía, Bono garantizó que tiene sus propios criterios, que no piensa renunciar a ninguna de sus creencias, y que no está tutelado por nadie. "Os aseguro que tutor no tengo", remachó.

El dirigente socialista aprovechó esta afirmación para anunciar también que la dirección que él lidere "no será una Comisión Ejecutiva de retales personales ni de retales territoriales. Será una Comisión ejecutiva autónoma". "Espero representar a todos, pero imprescindible nohay nadie", dijo.

"Sólo se puede trabajar para todos desde la mayoría, pero la mayoría que pretendo no nace de ningún cálculo, ni de ninguna suma meramente aritmética, ni de cambalaches, ni de componendas", explicó.

"TODOS COMO UN SOLO SER"

No obstante, reconoció que intentará lograr en el 35 Congreso una mayoría interna que le permita aspirar al liderazgo social fuera del partido. "Una mayoría clara", afirmó, "en la que todo el partido se reconozca como un sólo ser. Pero eso es la suma de minoías organizadas en una dirección de compromiso".

Bono advirtió de que este Congreso no se puede cerrar en falso, "con victorias hipotecadas que al día siguiente nos impidan trabajar", y explicó que su proyecto político "no es contra nadie", y menos contra algún compañero de filas. "Todo es integrable si hay buena voluntad". Su proyecto, remachó, "será el que apruebe el 35 Congreso para la sociedad española".

En un discurso cargado de sentimentalismos, Bono reconoció que al mencionar al PSOE "me tembla el corazón, pero no el pulso". "Me creo con la fortaleza y el ánimo personal suficientes para dirigir el PSOE, y para trabajar con firmeza para conducirlo a la victoria electoral".

En este punto, el dirigente socialista advirtió a todos los miembros del partido de que son "herederos de una gran causa", pero también depositarios de la confianza de millones de ciudadanos, a los que hay que retener, "sin despreciar a aquéllos a los que todavía no hemos convencido".

José Bono hizo un recorrido or los activos del partido, sus ocho millones de electores, sus seis gobiernos autonómicos, y los miles de alcaldes y concejales. Sólo falta, agregó, "que el 35 Congreso nos de lo que no tenemos: dirección, programa y cambios".

Acto seguido, explicó los motivos por los que ha decidido presentar su candidatura: en primer lugar, dijo, porque "siento que he cumplido mi obligación como presidente de Castilla-La Mancha" y ahora su deseo es intentar pagar a esta comunidad "la deuda" que ha contraido con est tierra.

Además, subrayó que las cinco victorias electorales consecutivas en su comunidad constituyen un bagaje político "que no es leve, ni ligero, ni trivial". Llegado aquí, Bono aprovechó los aplausos generados por la exposición de sus avales para anunciar que si es elegido secretario general del PSOE, dimitirá como presidente de Castilla-La Mancha.

Al explicar los motivos por los que ha dado este paso al frente, el dirigente socialista aseguró que no ha sido por "satisfacción personal", porqu "en ningún lugar del mundo voy a ser más feliz que trabajando aquí".

"MISERABLE"

Si ha tomado esta decisión, dijo, es porque "me consideraría miserable si no adoptara una actitud de responsabilidad, de servicio a la causa en la que creo, a los colores por los que estoy dispuesto a asumir este esfuerzo, y por mi país, el nuestro, España, al que quiero con la misma fuerza con la que cualquier nacionalista puede querer a su región".

Después de explicar sus motivaciones, Bono analizó la causas de a derrota electoral, entre las que señaló las excesivas dosis de "soberbia" en algunas ocasiones, y los intentos de vivir "de las rentas del pasado". "No hemos tenido estrategia clara, iniciativa política, ni un liderazgo claro", sentenció.

Bono advirtió que el pasado 12 de marzo el PSOE se quedó sin dirección, pero "ocho millones de electores no se pueden quedar sin partido". "Perder las elecciones es mucho menos importante que desamparar a ocho millones de electores", advirtió.

Ante este análiss, rechazó buscar "chivos expiatorios", pero advirtió que los socialistas no pueden situarse "en el kilómetro cero y borrar el pasado". Quienes pretenden borrar el pasado, apostilló, "normalmente es porque no están en paz con él".

El dirigente socialista defendió el legado de los gobiernos socialistas y de Felipe González. "No quiero ganar ni un sólo voto instalado en el insulto o el menosprecio a quien tanto debe este país".

(SERVIMEDIA)
17 Jun 2000
CLC