A su jucio, las mejoras en los estatutos de autonomía de Cataluña y el País Vasco se han producido porque el Gobierno necesitaba "sumar unos cuantos votos", lo que ha creado "un cierto mal ambiente" en el mundo autonómico.

Sin embargo, no sólo criticó al actual gobierno el que haya "encendido las luces de alarma" en el debate autonómico, sino que también realizó una crítica velada a sus compañeros de partido, a uienes acusó de realizar un "deporte centralista", mientras ocuparon el gobierno, por el que sólo transferían "responsabilidades" y vertían "malas imágenes" sobre los presidentes autonómicos.

"El modelo autonómico no puede depender de coyunturas electorales pasajares", continuó Bono, porque sino se crea un "clima de confusión" por el que se percibe que "cada cuál tira para su lado y acerca el ascua a su sardina".

Negó la existencia de un frente ideológico socialista compuesto por él, y los presidntes socialistas Juan Carlos Rodríguez Ibarra y Manuel Chaves para acabar con el acuerdo autonómico. "Entre Ibarra, Bono y Chaves hay diferencias evidentes" en este tema, como, a su jucio, existen dentro del PP y de IU, de quienes dijo que "no son tan monolíticos en este asunto como parecen".

En este sentido, se mostró convencido de que existe un "frente de silencio" dentro del Partido Popular con respecto a este tema, ya que, según señaló, "hay muchos miembros de este partido que se mantienen en silecio por miedo a la laminación política",como en el caso del dirigente catalán Aleix Vidal Quadras.

Bono realizó, durante su comparecencia en la Comisión General de las Comunidades Autónomas del Senado, una defensa encendida del estado autonómico por ser el "mejor invento para la solidaridad entre los ciudadanos". Por esta razón, exigió que "hay que dejar el pasado y los mitos" y no utilizarlos como "arma arrojadiza" para conseguir una mejor posición en la construcción autonómica.

El presidente catellano-manchego, ahora como representante de los socialistas, volvió a reiterar la propuesta de pacto autonómico hacia el Gobierno, mediante la apertura de un proceso de negociación que consiga un "amplio consenso".

"Si durante esta negociación, el Gobierno del PP pierde el apoyo de los nacionalistas, obtendrán el del PSOE", ya que, "el modelo de financiación debe ser el fruto del consenso y no de la imposición", aseveró Bono.

Este dirigente socialista también pidió al ministro Rajoy que le entrgue las cuentas de este sistema porque "no podemos taparnos los ojos hasta el 2001". "Si la solidaridada está subordinada a la autonomía, este país vivirá un continuo motín de Esquilache", concluyó.

DISCREPANCIAS EN PP

Por su parte, el ministro Rajoy, en su turno de réplica, reconoció la existencia de discrepancias dentro de los miembros del PP con respecto a la formación del modelo de financiación autonómica.

Atribuyó al PSOE la creación del "mal ambiente" autonómico, y calificó de "slogan" y gran propuesta" la propuesta de diversos dirigentes socialistas de ofrecer el respaldo parlamentario para el debate de un nuevo modelo de financiación.

Bono, por su parte, recriminó al ministro para las Administraciones Públicas el que pidan al socialista un modelo de financiación alternativo al del PP "si antes no conocemos el suyo".