Los representantes de las cofradías de pesca de la cornisa Cantábrica celebraron hoy una reunión en San Sebastián para gestionar la presencia de dichas autoridades en Burela cuando la flota atunera arribe a puerto, preista para las 9,30 horas del martes.

Desde la mar, los pescadores enviaron un telefax a la cofradía de Burela en el que se planteaba su decisión de ir a puerto remolcando el buque francés "La Gabrielle" para ver "si de una vez por todas se solucionan los problemas que continuamente está teniendo con la flota gala" y para "demostrar el incumplimiento por parte de la flota francesa del reglamento comunitario".

Los boniteros emplazaron para mañana a los representantes de pesca de las comunidades autnomas del País Vasco, Canarias, Asturias y Galicia, así como a los parlamentarios españoles en la Unión Europea.

También reclamaron la presencia de la organización ecologista Greenpeace, de inspectores comunitarios de pesca neutrales, de parlamentarios del grupo de los Verdes, de representantes de pesca del Gobierno de la nación, así como el comandante e inspector del buque de la Armada española "Chilreu", que se encontraba en el lugar del conflicto.

Durante la reunión de hoy estuvieron presenteslos representantes de las cofradías de pescadores, del Gobierno Vasco y del grupo ecologista Greenpeace, que coincidieron en que la prohibición de cualquier tipo de redes de volanta solucionaría el conflicto definitivamente.

El presidente de las Cofradías de pescadores de Vizcaya, Anton Garai, denunció las innumerables ilegalidades cometidas por el buque francés "La Gabrielle", que utiliza redes superiores a los 5 metros, cuando el máximo permitido es de 2,5 metros. Indicaron igualmente que "tiene doscuadernos de pesca para falsificar los datos y, en un ordenador figura que han atrapado en las redes tortugas y todo tipo de animales marinos".

Garai criticó a los responsables de las comunidades autónomas afectadas de este conflicto porque, a su juicio, "no están interviniendo en lo que está sucediendo en la mar, parece que quieren que desaparezca la pesca de bajura".

En este sentido, el presidente de la cofradía de Fuenterrabía, Esteban Olaizola, destacó el daño económico que esta situación est suponiendo para la economía de los pescadores, ya que la costera del bonito supone el 70 por cien de sus ingresos.

Por su parte, el viceconsejero de pesca del Gobierno vasco, José Ignacio Espel, reconoció que la solución a este tipo de conflictos es la prohibición total de las redes ilegales, aunque, una medida transitoria sería, a su juicio, "que quedara restringida su utilización a las 12 millas de costa de cada país".

Fuera de esos límites, explicó, es muy difícil penalizar el uso de redes deasiado grandes, puesto que la potestad de sancionar la tiene el país bajo cuya bandera navega cada barco.