LOS BONITEROS ESPAÑOLES QUE FAENAN A LA CACEA AMARRADOS POR EL INCUMPLIMIENTO DE LOS FRANCESES DE LAS NORMAS COMUNITARIAS
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La flota bonitera del Cantbrico que faena mediante la utilización de la cacea volvió a puerto en protesta por el impumplimiento de las normas comunitarias por parte de los pescadores franceses que utilizan redes mayores a las establecidas por las normas comunitarias.
La pesca a la cacea, que se realiza con el barco en marcha y con un cebo enganchado en unos anzuelos que el pescado muerde, tiene permitido la utilización de redes de 2'5 y 5 kilómetros de largas, mientras que existe constancia que los pescadores galos utilizan voantas de 22 kilómetros.
El Gobierno de España está informando al francés del incumplimiento de esta normativa pero, según aseguró el presidente de la Cofradía de pesca de Hondarribia (Guipúzcoa), Esteban Olaizola, "no están cumpliendo nada y parece una tomadura de pelo lo que allí está ocurriendo".
A su juicio, navegar por aquella zona se hace muy peligroso ya que las hélices de los barcos quedan enganchadas en las redes y, además "el pescado se asusta, no entra en nuestra zona y comienza a cambir de hábitos", por todo ello los boniteros del Cantábrico exigen la prohibición de ese tipo de artes ilegales.
La costera del bonito puede acarrear, este año, cuantiosas pérdidas si aparte de las escasas capturas conseguidas, se le añade este segundo amarre. Por su parte, la flota bonitera que utiliza el cebo vivo continúa faenando en la mar.
Para estudiar las medidas a tomar y poder evitar una nueva "guerra del bonito" con enfrentamientos en el mar, los pescadores se reúnen hoy a las 5 de la tare con el Secretario de Estado de Pesca, José Loira, tras lo que los boniteros de cacea decidirán si vuelven a salir a la mar o quedar amarrados a puerto.
(SERVIMEDIA)
10 Ago 1993
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