Según informa el Consistorio, esta herramienta ha sido desarrollada en colaboración con la multinacional Indra y ha costado 400.000 euros. El sistema reproduce situaciones de emergencia para las que es difícil entrenarse en un escenario real, dado el riesgo de accidente que ello supone.

Con el uso del simulador, los bomberos pueden prepararse para la conducción de estos vehículos en condiciones adversas que combinan hielo, lluvia, mala visibilidad y tráfico pesado.

Además, el simulador permite al profesor controlar la práctica totalidad de los parámetros que determinan el flujo y las condiciones de tráfico en la ciudad y establecer diferentes grados de dificultad para el alumno, simulando averías como pinchazos de ruedas o pérdida de frenos.

Según explicó Calvo, el simulador es prácticamente idéntico a la cabina y mandos del camión que utilizan los bomberos, pues cuenta con un sistema de movimiento que reproduce la aceleración y el frenado, así como el peligro de vuelco y la posible invasión de bordillos. En su interior, el ángulo de visión es el mismo que el del vehículo real, permitiendo al conductor girarse para ver lo que ocurre a través de cualquier ventanilla.

Asimismo, los retrovisores y espejos se mueven y ajustan, tal y como se hace en un camión real y, paralelamente, el sistema cuenta con una posición de instructor, desde la que el profesor planifica el ejercicio y supervisa cada actuación. Esto permite, además, que el resto de los alumnos pueda aprender de las prácticas realizadas por sus compañeros, al contar con varias pantallas en las que se observa el recorrido y la forma de conducción del alumno.

Está previsto que a lo largo de 2008 realicen prácticas en este simulador los aspirantes a bomberos conductores, quienes recibirán 4.536 horas de formación. También podrán beneficiarse de esta tecnología los casi 300 profesionales del cuerpo de bomberos del Ayuntamiento de Madrid dedicados a las labores de conducción.