Así lo desvela un estudio comparativo de sistemas de calefacción realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y según el cual un aparato de aire acondicionado con bomba de calor es el sistema de calefacción con la mejor relación entre coste y rendimiento, que llega al 350%, según puntualizó este lunes la asociación en un comunicado.

Además, su precio de compra e instalación es de unos 2.650 euros para una potencia de 3,5 kilovatios, con la “ventaja añadida” de que permite refrigerar la vivienda en verano, si bien, si el clima es muy frío el rendimiento “se reduce” y el confort térmico “no es tan bueno como el que ofrecen otros sistemas”.

Según el estudio, una “alternativa igualmente interesante” es la caldera de gas natural con condensación. Su rendimiento es inferior, de un 103%, pero el coste del combustible “no es alto”, por lo que la factura “apenas suma 308 euros al año”.

El precio del aparato incluyendo la instalación es de unos 2.250 euros para una potencia de 25 kilovatios y su confort térmico es mejor, ya que la distribución del calor se hace con radiadores y no por aire. Su única “limitación” es la necesidad de contar con una acometida de gas canalizado hasta la vivienda.

OTRAS OPCIONES

Para la OCU, “otra opción” es la estufa de pellets, cuyo rendimiento es aún inferior (85%) y el coste del combustible superior, de ahí que la factura se eleve a 560 euros al año.

No obstante, el precio del aparato con la instalación incluida es el más bajo de los sistemas analizados y asciende a 1.650 euros para una potencia de 7 kilovatios. También ofrece un “buen confort térmico” y, además, es un sistema “sostenible”.

Entre los “inconvenientes” la organización recordó que la vivienda debe tener “suficiente” espacio para almacenarlos y que el calor generado “solo alcanza para una o dos estancias”.

Por último, la OCU también explicó los beneficios de instalar una bomba de calor aire-agua y resaltó su “elevado rendimiento” (380%), lo que, según sus cálculos, se traduce en una factura eléctrica de “apenas 306 euros al año”.

Junto a ello, también destacó la posibilidad de utilizarlo para refrigerar la casa en verano y que, por su “alto rendimiento”, se considera como una opción “renovable” para la climatización.

Su “gran inconveniente” es el precio, dado que la inversión inicial es de unos 8.000 euros para una potencia de 16 kilovatios y, además, es necesario instalar suelo radiante o radiadores de baja temperatura, por lo que, según la organización, “solo compensa en caso de reforma”.