Alcaide, que basa sus pronósticos en que la economía española está creciendo por encima de lo que dice el Gobierno, aseguró que en mayo estaba apuntando ya un tirón hacia el 5% de crecimiento anual del PIB, pero la situación internacional desatada en el verano obligará a recortar los pronósticos para occidente y, en concreto, para España.

"De no producirse este fenómeno", dijo en referencia a las crisis de Japón y Rusia, "el crecmiento habría estado más próximo del 5% que del 4 ó 4,5% que se acabará produciendo".

No obstante, agregó, "lo que no tiene que hacer nadie en España es preocuparse demasiado, pensando que se cortará el crecimiento de la economía, porque será al contrario, ya que la ralentización del ritmo que se venía produciendo contribuirá a que sea más moderado y sostenido".