La euforia repentina ha llevado al índice Ibex a pasar de una ganancia de 15 puntos a otra de 92, en una escalada de adquisicioes que han disparado la negociación. El índice Ibex concluyó la jornada con una ganancia de 94,43 puntos para situarse en 3.267,78 puntos, es decir, que subió un 2,98 por ciento.

La Bolsa de Madrid ganó 7,43 puntos, un 2,51 por ciento, lo que permitió superar el 300 por ciento y colocarse concretamente en el 303,18 por ciento.

La reacción se ha producido en cadena. Primero, han sido los mercados de deuda pública los que han registrado una espectacular alza en los precios, que era paralela al reboe del dólar contra el marco. Esto se producía a las 13,30 horas y ya la bolsa española casi triplicaba su negocio matinal, de poco más de 10.000 millones, se pasó a los 30.000 millones.

Al cierre, el mercado continuo español había movido 17,8 millones de acciones por un importe de 39.180 millones de pesetas efectivas. El bono americano pasaba de una rentabilidad del 7,90 por ciento al 7,82 por ciento y el futuro sobre el bono americano se colocaba en el 99,09 por ciento, con un avance de 0,23 puntos. Algo similar ocurría en el resto de Europa. La rentabilidad de la deuda pública española a diez años rompía a la baja el 11 por ciento ante la fuerza de las compras.

Después de muchos meses se han pagado rentabilidades del 10,89 por ciento, cuando el martes los tipos se situaban en el 11,09. Con esta corriente de adquisiciones, se ha colocado el mercado secundario de deuda, el de negociación, en tipos de interés por debajo del primario, o de subastas. Una hora después abría el mercado de Nueva Yor. Wall Street marcaba una ganancia de más de 50 puntos.

Sólo el mercado de Frankfurt, que cierra minutos poco antes de la apertura de Nueva York, no ha logrado una suculenta ganancia. El Indice Dax cerró en 2.082, 63 tras ganar 5,06 puntos. La Bolsa de Londres ganó un 1,34 por ciento y París un 1,82 por ciento.

Las ganancias en la bolsa española se extendieron rápidamente por casi todos los sectores, con especial intensidad en el eléctrico, el bancario y en el constructor.

El dólar, que durate toda la mañana sufrió una inusitada fortaleza del marco, logró superar las 1,54 unidades. En Europa había cotizado a poco más de 1,5350 marcos ante las fuertes compras de divisa alemana llevadas a cabo por los inversores debido a la esperanza de que Helmut Kohl gane las elecciones. En el mercado americano el dólar oscilaba entre 1,5360 y 1,5480, aunque a última hora se pagaba a 1,5416.

El Bundesbank mantuvo invariables sus tipos de interés y anunció que en las subastas de repos de las próximas dos emanas las rentabilidades continuarían en el 4,85 por ciento.

Esta fortaleza del marco ha provocado intensas depreciaciones de las monedas periféricas como la lira o la peseta, que llegó a pagarse a 83,16 pesetas por marco y que pese a la subida del dólar no logró mejorar posiciones sustancialmente.

La moneda española se depreció en 24 centésimas para fijar un cambio de 83,13 pesetas por marco. El dólar se pagaba a 128,19 pesetas, 0,09 pesetas más que el martes. Los mercados de futuros sobre deud en toda Europa han multiplicado su contratación. En el mercado interbancario, el Banco de España realizó dos intervenciones.

Primero inyectó 551.000 millones al 7,40 por ciento para posteriormente drenar liquidez al 6,66 por ciento por un importe de 95.000 millones de pesetas. El final de la decena registró algunas tensiones en los plazos más cortos y para mañana se prevé el mantenimiento de los tipos de interés en el 7,35 por ciento por parte del Banco de España.

En los mercados españoles se seuirán los datos de inflación de septiembre, que se prevé podrían crecer en torno a un 0,4 por ciento, desde el 0,6 por ciento de septiembre del año pasado. También la otra cifra que puede modificar las cosas será la inflación en Estados Unidos, que en principio se espera crezca en torno a un 0,2 por ciento, aunque tras los últimos datos de precios industriales conocidos podría resultar algo más benigno.