Bolaños trasladó toda su “solidaridad” con el portavoz socialista en el municipio leonés y compartió una “reflexión mayor sobre la responsabilidad que tenemos los políticos en nuestros discursos para ser respetuosos con las personas que no piensan como nosotros y, también, para generar ambientes que sean cordiales, incluso dentro de la discrepancia política, razonable y legítima, que existe en una democracia”.

Porque, agregó, “tenemos que ser conscientes de que cuando hay discursos de odio que fomentan el odio, que fomentan la deshumanización, esos discursos pueden legitimar también comportamientos de odio y agresiones” como la sufrida por el dirigente socialista en Ponferrada.

Tras participar en la inauguración de la exposición 'Más Allá del Realismo: el arte figurativo en China y España', en el Palacio Real de Madrid, el ministro sostuvo que ante eso hay que “ser absolutamente firmes en la condena de cualquier discurso de odio que lo único que puede acabar es generando precisamente comportamientos violentos”.