Bofill, que compartió mesa con los ingenieros Juan Antonio Fernandez Ordoñez y Arturo Soria y Puig, manifestó su voluntad de participar en el proyecto para la ampliación del aeropuerto de Barajas y propuso un crecimiento preferencial de la ciudad por el eje Madrid-Guadalajara, alrededor del aeropuerto.

Bofill dijo que la construcción de un segundo aeropuerto es una "barbaridad", y añadió que los ruidos no serían un problema para los habitates de la zona si se acometiera un sistema de pistas paralelas y unos canales de ruido que separen a la ciudad del aeropuerto.

Para el responsable del diseño del aeropuerto de Barcelona, el desafío de Madrid no es Sevilla ni Barcelona, sino que su competencia está en Europa y en el resto del mundo.

El 97 es la fecha clave para que la capital de España se proyecte a la altura del resto de las grandes ciudades europeas, y para ello "Madrid necesita de un proyecto que ilusione a los madrileños, porqe de lo contrario su momento para despegarse habrá pasado" subrayó Bofill.

Para el arquitecto, no existe un urbanismo serio sin una sociedad democrática bien entendida, "igual que se busca consenso y equilibrio en la economía, los políticos madrileños deben buscar consenso para hacer la ciudad de Madrid, porque sin consenso no hay doctrina urbanística", señaló.

Asimismo, Bofill cree que la ciudad de Madrid es muy densa y con precios muy elevados y considera que hay que bajar el precio del suelo pra construcción. El control del sistema de precios es básico, según Ricardo Bofill, para el desarrollo de Madrid.