Estas modificaciones de la legislación española, introducidas con el fin de adaptarla a la Convención de Viena sobre el tráfico de drogas, se refieren, básicamente, a la punición de la fabricación, transprte y distribución de los precursores (equipos, materiales y sustancias imprescindibles para la fabricación de los estupefacientes), y del blanqueo del dinero procedente del narcotráfico.

Asimismo, se incorpora un nuevo artículo a la Ley de Enjuiciamiento Criminal, por el que se autorizan las entregas vigiladas de estupefacientes, según los acuerdos de Schengen.

Esta técnica consiste en permitir que remesas de droga circulen por el territorio español o salgan o entren de él sin interferencia de l autoridad, con el fin de descubrir o identificar a las personas involucradas en el narcotráfico y deberá ser autorizada por el juez, el Ministerio Fiscal o por los jefes provinciales de las unidades orgánicas de Policía Judicial.

Entre las novedades incluidas en el Código Penal figura, además de las citadas anteriormente, la posibilidad de proceder al comiso de los medios de transporte, bienes y otros efectos que hayan servido para el narcotráfico, que podrán ser utilizados provisionalmente por la poicía judicial en la lucha contra este delito.

También fija las castigos para estos delitos, que en el caso del tráfico o transporte de precusores y en el del blanqueo del dinero procedente del narcotráfico están establecidos en penas de prisión menor y multa de uno a cien millones de pesetas, y