El pasado mes de noviembre el Consejo Regulador ofreció a la Casa Real la posibilidad de seleccionar y ofrecer el cava que se servirá en la boda real, como hizo en su día con motivo de las bodas de las infantas Elena y Cristina.

Tras la aceptación de Zarzuela, el Consejo Regulador del Cava remitió a todas las empresas elaboradoras las instrucciones parapresentar su vino a selección. Finalmente son 86 las bodegas que han participado en la selección, con un total de 174 muestras.

CATA CIEGA

La cata a ciegas consiste en realizar una valoración organoléptica del producto, sin que el catador tenga conocimiento del vino que está degustando.

El mejor cava para la ocasión lo escogerán expertos catadores en varias catas sucesivas y estará listo para su degüelle, embotellado y etiquetado por parte de la bodega seleccionada a principios del próximo mes e mayo.

El día de la boda, las botellas de cava se presentarán con la etiqueta diseñada especialmente para la ocasión, al igual que se hizo en las bodas de las infantas. Todo el cava seleccionado corresponderá al tipo brut y la intención es mantener el anonimato en relación a la firma elaboradora.

Los catadores probarán sólo una docena de vinos al día para no fatigar los sentidos, con lo que se prevé que las catas terminen a finales de abril.

En la fase visual, el catador valora el color y lmpidez del cava, además del desprendimiento y persistencia de las burbujas, mientras en la fase olfativa se valoran los aromas, tanto los frutales originarios de la uva como aquellos otros secundarios propios de su crianza en botella. Finalmente, se puntúa el sabor del cava, prestando especial atención a su cuerpo, acidez, suavidad, equilibrio, intensidad y persistencia, según explicaron fuentes del Consejo Regulador.