BODA INFANTA. EL REY ACUDIRA ESCAYOLADO
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La fisura que el Rey sufrió en la muñeca derecha por una caída en la nieve, la renuncia a asistir a la ceremonia por parte de los líderes sindicales, la huelga de hostelería en Sevilla -desconvocada 'in extremis'- y el chasco de algunos miembros de la aristocracia española que no han sido invitados a la boda de la infanta Elena y Jaime de Marichalar son algunos de los imprevistos que han marcado las jornadas previas al enlace matrimonial.
Don Juan Carlos tendrá que asistir asi con toda seguridad a la boda de su hija la infanta Elena con el antebrazo escayolado, aunque no se descarta que en el último momento los médicos decidan ponerle un vendaje no excesivamente llamativo que pueda disimularse bajo el traje.
El rey don Juan Carlos sufre una fisura en la muñeca derecha, causada por una caída en la nieve después de esquiar en Candanchú, donde asistió a los actos inaugurales de la Universiada de Invierno, que se celebraron el pasado mes de febrero.
Otro de los contratempos ha sido la decisión de los dos principales líderes sindicales (el secretario general de CCOO, Antonio Gutiérrez, y el secretario general de UGT, Cándido Méndez) de no asistir a la boda de la infanta ELena y Jaime de Marichalar, a pesar de estar invitados.
Finalmente, algunos aristócratas españoles, que ya habían encargado sus trajes para asistir a la boda, han tenido que devolverlos, ya que las invitaciones no han llegado a sus manos.
También el conflicto laboral en la hostelería sevillana a marcado los preparativos de la boda y ha mantenido en vilo a los responsables de la organización, ya que hasta ayer por la noche los sindicatos no accedieron a desconvocar la huelga que tenían previsto realizar por la falta de acuerdo con la patronal.
(SERVIMEDIA)
17 Mar 1995
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