Pese a que Rafael Juliá ha desmentido una y otra vez que fuera el encargado del almuerzo, el restaurador sevillano ha sido el encargado por la Casa Real para organizar el almuerzo de la boda de la hija mayor de los Reyes de España.

Fuentes solventes han confirmado que el menú se compondrá de dos platos calientes y postre dulce que serán servidos por camareros aportados por la Casa Real y el propio catering en bandejas de plat y vajilla de la Casa Real.

Los invitados ocuparán mesas de seis y ocho comensales en cinco patios de los Reales Alcázares. Según el protocolo real, los camareros ofrecerán a los invitados su servicio para que sean ellos mismos los que se sirvan personalmente a su gusto.

Con una tradición de 40 años de servicio, Juliá ha servido en unas 20 ocasiones a la Familia Real en sus visitas a Sevilla capital, incluso cuando don Juan Carlos y doña Sofía eran príncipes de España. "Es una responsabilidad inceíble pero estamos preparados para afrontarla", dijo el responsable hostelero.