Para ERC, los preparativos de la boda real que se celebra en Sevilla se han convertido en "un auténtico circo" que, "en unos momentos de crisis económica como los que vive el país suponen una operación lamentable".

Las críticas más duras de los republicanos van dirigidas al hecho de que "se trata de una boda que tiene un carácter político porque es la de la hija del jefe del Estado, no la hija de una folclórica" y "se paga con dinero público".

El irigente de Esquerra Republicana insistió en que "todo el mundo tiene derecho a casarse y a ser muy feliz, y a montar un carnaval con su boda si quiere", pero añadió que le parecía "políticamente inaceptable" la repercusión de esta boda en todos los ámbitos de la sociedad española.

El presidente del consejo nacional de ERC señaló que ni el secretario general del partido, Angel Colom, ni ningún miembro de su dirección han sido invitados al evento, y añadió que en caso de que lo hubieran sido "hubiéramo declinado la invitación, no hubiéramos ido, porque no somos ni amigos ni familiares de los novios".

Bosch agregó que "dará gusto ver juntos a reyes destronados, dictadores y dueños de fortunas poco claras en la misma iglesia con motivo de la boda".