Además de Carlos de Inglaterra, la reina de los belgas, Paola de Lieja, la reina Beatriz de Holanda, la gran duquesa de Luxemburgo, Carlota, y el príncipe heredero de Noruega, Haakon, tienen previsto asistir al enlace matrimonial de la infanta Elena, hija mayor de los Reyes de España.

La Casa Real ha cursado más de 1.300 invitaciones para la boda, que han sido enviadas, además de a familiares y amigos de los novios, a representantes de casas reales de todo el mundo, al Goierno en pleno, a los presidentes de las más altas instancias del Estado y de las comunidades autónomas y a representantes de las Fuerzas Armadas, de las reales academias, de los sindicatos, de la Iglesia y del Cuerpo Diplomático.

La ceremonia será oficiada en el altar mayor de la catedral de Sevilla por el arzobispo de la ciudad, monseñor Carlos Amigo. La última boda que se celebró en este altar fue la de Matilde Solís y el hijo primogénito de la duquesa de Alba, Carlos Martínez de Irujo, en 1988.

Tras la ceremonia religiosa, los invitados se trasladarán al Real Alcázar de Sevilla, residencia de los monarcas en la capital hispalense, para celebrar el banquete nupcial, mientras los esposos se acercarán en calesa tirada por seis caballos hasta la iglesia de El Salvador, donde doña Elena ofrecerá su ramo ante la tumba de don Carlos de Borbón dos Sicilias y doña Luisa de Orleans, padres de la condesa de Barcelona.

A 12 días de la boda de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, todo parece estar utimado. La pasada semana la reina doña Sofía viajó a Sevilla para supervisar todo lo relacionado con la boda de su hija primogénita.