Según el prelado, la boda de Alvarez Cascos, divorciado y con cuatro hijos, con la joven Gemma Cuadrado, podría empujar al divorcio a los matrimonios cristianos que tengan problemas y ecuerda que los gobernantes tienen que pregonar con el ejemplo.

Monseñor Gea estima que "ha estado fuera de lugar el boato que se le ha dado al acto, y más dada la austeridad de vida en que se está insistiendo desde el Gobierno".

El obispo ha echado de menos en todo este asunto "algunos gestos de parte de miembros católicos del Gobierno, que, sin romper la amistad, hubiesen evitado dar la impresión de aprobar pública y solemnemente un acto como este", ya que al ver como se desarrolló todo "mucha ente puede llegar a creer que todo es lícito desde la fe cristiana".

El prelado considera también que "si se da por buena esta manera de celebrar el matrimonio civil de peronas ya casadas, sobre todo si se trata de importantes líderes sociales y se hace con pomposidad y asistencia de conocidos cristianos, se empuja a obrar así a personas que sufren en su matrimonio muchos problemas".

Tras recordar que ante la iglesia "sigue siendo válido el primer matrimonio", Gea Escolano finaliza su nota con eldeseo de que "los políticos que se sienten cristianos, tengan unidad de criterios para grantizar la defensa de los valores de la familia cristiana".